Al gorrión lo llevaron adrede hace 150 años para sentirse en casa, la cotorra entró un siglo después e invadió el continente.
Unos se confunden con la tierra y la montaña, los otros con el verde follaje de los arboles.
Los europeos dicen cantar y lo americanos gritar. Los primeros pasan desapercibidos sin más y a los segundos se los compraban en bazar.
Los verdes se triplican haciendo que las administraciones gasten millones en eliminarlos mientras que los marrones comenzaron a desaparecer en silencio.
Dicen los que saben que los gorriones son los tatarabuelos inmigrantes y las cotorras los choznos que emigran.
Por: Leónidas Fuster
Fetén
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